El punto de vista de un padre primerizo.
Hoy me he levantado con una nueva sensación, es algo nuevo, algo que aún no defino pero que he identificado como un nuevo sentimiento.
Ah sí, ahora logro reconocer que el haberme convertido en padre me ha cambiado; no soy el mismo, y a pesar de que el nacimiento fue hace ya más de 10 meses, es hasta hoy que lo interiorizo… soy papá, soy procreador, tengo una hija y la amo!
Esta nueva etapa, a pesar de que llega con previo aviso, se da de pronto, simplemente nos captura y nos pone la vida con diferente perspectiva justo en frente de nuestros ojos… más amplia, más compleja, más bella; por eso tenemos que entenderla, debemos sentirla y ante todo vivirla intensamente.
Convertirse en padre genera cambios, y lo que hoy les comparto es un sentimiento arraigado que traigo conmigo desde el día en que vi nacer a mi primogénita.
De esta forma puedo compartir el hallazgo: la paternidad tiene mucho más sentido cuando el afecto interior es expresado con supremacía ante el nacimiento de los hijos, generando un hito en nuestra vida.